Han sido tres años geniales compartiendo momentos, siempre con la colaboración y afecto de las familias.
He visto crecer a los niños y niñas de la clase durante tres años, les he acompañado en sus descubrimientos, momentos buenos y menos buenos.... y llega el momento de la despedida... aunque seguiremos en contacto...
Comparto este texto, ¡Genial! que me ha hecho abrir el cajón de la alegría y dejar que lluevan, libres, lágrimas de emoción...
¡Vaya! ¡A quién no le gusta ser hada!
Vamos a contarles una bonita historia que ha llegado hasta
nuestros oídos. La resumiremos porque es una larga historia, de tres años, pero
merece la pena que escuchen atentamente…
Verán, cuentan que en una ocasión, un hada, que llevaba por nombre
Dolores, envió a sus ayudantes, los gamusinos -unos seres fantásticos que se
esconden en las granjas- a las casas de 30 niñas y niños para entregarles un
sobre. En su interior, los pequeños encontraron una carta que decía lo
siguiente:
“Querida niña, querido niño:
Has sido elegido para pasar
tres años en el castillo del señor Gregori Mayans, donde habita el hada Dolores.
Ella te llevará de la mano a un mundo mágico, donde conocerás a muchos
personajes, vivirás aventuras increíbles y además de aprender muchas cosas,
conocerás el secreto mejor guardado del hada Dolores. ¿Cuál es? Ven y lo
descubrirás”.
Las niñas y los niños estaban emocionados. Sus papás y mamás en
cambio, llegaron al castillo un poco atemorizados porque sus niños aún eran muy
pequeños, pero el hada Dolores salió a su encuentro y les dio, a cada uno, un telescopio,
al que llamó “blog”, para que pudieran contemplar cada noche todo lo que sus
niños habían aprendido durante el día en el fantástico mundo del hada Dolores.
Y comenzó así un apasionante viaje en el que visitaron el mundo de
los planetas. Conocieron a los piratas. Se hicieron amigos de los dinosaurios.
Viajaron con don Quijote y Sancho Panza por el mundo de los caballeros
medievales. Recorrieron museos virtuales y aprendieron a reconocer un Van Gogh,
un Kandinsky o un Gauguin. Diseñaron
su propia linterna mágica, elaboraron un storyboard y grabaron cortos.
Conocieron la ópera con Mozart y su “Flauta Mágica”. Salieron del castillo del
señor Gregori Mayans para visitar una hermosa biblioteca llena de libros
fantásticos de monstruos y ogros. Incluso asistieron al nacimiento de un dragón
en el castillo.
Aprendieron un villancico cada Navidad, se disfrazaron cada
carnaval y cada 20 de noviembre recordaron los derechos de los niños y las
niñas. Quemaron una falla cada primavera y cada verano, al finalizar el curso,
pintaron su propia camiseta y bailaron y cantaron delante de sus familias, bajo
la atenta mirada del hada Dolores.
Ah, pero ¿no os hemos contado el secreto de Dolores?
El secreto está guardado en cada uno de los pequeños. Ella les ha
enseñado a que, por encima de ganar o de perder, de dibujar mejor o peor, de
escribir recto o torcido, de pintar bien o salirse un poquito de la raya…por
encima de todo eso, lo importante es SENTIR, CRECER, PERDONAR, ESCUCHAR, JUGAR,
BESAR, OBEDECER, REIR y nunca olvidar que son niños y que tienen el derecho, y
casi la obligación, de ser felices.
El hada Dolores, que es un ser fantástico y tiene poderes mágicos,
lo ha conseguido en estos tres años.
Y sus papás y mamás, no pueden más que decirle GRACIAS.
Gandia, 19 de junio de 2015
Marina Vallés